SAGITARIO
Signo de Fuego. Simboliza la mente proyectada hacía lo Divino. La fe luminosa, la devoción sincera, el espíritu religioso consciente. Es el Arquero con alas de los babilonios. Es la Serpiente Pitón que favorece la adivinación vulgar, pasiva, propia de las pitonisas sentimentales. Es la Conciencia Absoluta que penetra en los Tres Mundos. En la Magia Negra es el rebote astral, la fuerza organizada del Mal que regresa y destruye al que la proyectó sobre otro. Es la lanza del centurión que penetra en el costado de Jesús. La mente en Sagitario es comprensiva, especulativa, liberal, universalista. En su aspecto negativo, la mente se torna en fanatismo, en sectarismo, en utopía. Es la Escala de Jacob por donde ascienden y descienden los Ángeles en sus misiones. Sagitario, en relación con el agua, es la velocidad de la corriente. Cuando en lo físico se reúnen velocidad y dirección, el resultado es éxito en lo emprendido. El vuelo de la flecha que se aleja, es símbolo de los anhelos del alma por alejarse del mundo terrestre, para penetrar y explorar lo Divino. Sagitario en la guerra, es la cautela que al conocer sus propias fuerzas y las del enemigo, procede con energía, con cálculo, pero sin precipitación.
Su piedra preciosa, el granate rojo, inmuniza de los venenos. Regulariza la incontinencia y disipa la tristeza.
CAPRICORNIO
Signo de Tierra. Representa los esfuerzos físicos del hombre para adquirir todo lo material. Su triunfo en lo mundano. Adquisición y retención de bienes. Egoísmo material que aísla y divide. El nativo de Capricornio dirige, explota y lucra con los productos de la tierra, también con las minas, las casas, los terrenos. Con respecto a la edad, Capricornio es la vejez llena de experiencia, de conocimiento, de sabiduría. Es el juicio certero como fruto de la vida. Positivo, es la longevidad grata, porque los bienes, el dinero, los cuidados y los afectos, rodean al nativo hacia el final del sendero. En ese tiempo resaltan con más claridad los vicios o virtudes del hombre. Capricornio mecaniza la vida porque le falta el aliento espiritual. Es la severidad, el rigor, la austeridad. Es el carácter seco que no quiere expresiones, ni actitudes, ni palabras melosas. Es el Proteo de los griegos que puede asumir cualquier forma, que para salvarse de sus enemigos se arroja al Nilo en forma de delfín. Al igual que la cabra que salta con agilidad y precisión al borde del abismo sin caer, así también el nativo de Capricornio puede sostenerse con habilidad en una situación social o política comprometida.
Su piedra preciosa, el azabache, actúa contra la melancolía, rompe los encantamientos y facilita la nigromancia.