Libra es el primer signo de Aire y el tercero de los Cardinales. Es la puerta de entrada de las fuerzas de la mente que han de transformar la vida. No es un signo sentimental, sino que libera fuerzas racionales. Significa el comienzo de una vida basada en la razón y no en los sentimientos. Los nativos de este signo, estarán empeñados en unir lo que se complementa; en organizar asociaciones, sindicatos o agencias matrimoniales -hemos de recordar que el signo de Libra rige la casa VII, la del matrimonio-.
Cuando en el signo hay malos aspectos planetarios, ello es indicativo de dificultades en las uniones -sean a nivel de socios o de pareja matrimonial-, y de integración de la persona a la sociedad -puede llegar a ser un marginado-. Cuando hay muchos planetas en el signo, ello impulsará al nativo a unirse exageradamente a sus semejantes -incluso, puede militar en dos partidos políticos a la vez y de signo contrario-.
En Libra, las ideas aún no se han formado. Como signo Cardinal, las fuerzas mentales de Libra se encuentran en el estadio de las Emanaciones, por lo que puede estar en dos extremos opuestos a la vez sin contradecir la verdad profunda.
Libra rige la casa VII, la del matrimonio y los socios. En este signo, el razonamiento, la lógica y la razón empiezan a funcionar a través del pensamiento. Esta razón y lógica, son los primeros impactos y primeras penetraciones mentales sobre el mundo de las emociones y de los sentimientos. Ello es indicativo de que el nativo de este signo tiene de renunciar a sus proyectos sentimentales porque se enfrenta con la realidad ineludible de que los otros.
También tienen su razón; que los otros también tienen sus proyectos: entonces, ha de renunciarse a una parte para que la otra pueda encajar.