Entre los antiguos, Venus se llama: dama; alma; de bella forma; astral; blanca; bella: tranquila; quien puede mucho; dueña y madre fe cunda del amor y la belleza; hija de los siglos y madre primera de los hombres; quien unió y desposó desde los inicios de las cosas la diversidad de los sexos mediante un doble amor, y que continúa la multiplicación eterna de los hombres y los animales, haciéndolos nacer sin cesar; tamo bien se llama la reina de todos los placeres: la dueña de la alegría; la amable guía; amiga; misericordiosa y bondadosa, que hace bien continua mente a los hombres, con ternura maternal hacia sus pesares y aflicciones: la salud del género humano. Sin dejar pasar un instante carente de sus bienes. Ligando todas las. Cosas mediante su virtud, haciendo humillar a encumbrado con el mísero, al fuerte con el débil, al noble con el villano rectificando e igualando todas las cosas. También se llama Afrodita, porque se halla en todo sexo y en todo espíritu; también se llama Lucífera por llevar la luz del Sol, o conducirnos a su luz; Espero, cuando sigue a sol; y Fósforo por servir de guía para guiar por todo lo que es arduo.
Mercurio se llama el hijo de Júpiter; el heraldo de los dioses; el intérprete de los soberanos; Stilbon; el portador de la serpiente; el porta dor del caduceo; el de pies alados: el elocuente; quien hace ganar; e sabio; el razonable: robusto: firme; potente para bien y para mal; no tario del Sol; correo de Júpiter; intermediario de los poderes del cielo, el infierno, macho con los machos, hembra con las hembras. También se llama Hermes, es decir, intérprete, que ilumina la oscuridad y descubro lo oculto en los lugares más secretos.
La Luna se llama Fehea, Diana, Luciana, Proserpina, Hécate; quien regula los meses: semi-forme; Noctíluce; errante; silenciosa; conservadora: mensajera de la noche; portadora de cuernos: la soberana de las divinidades; la reina del cielo; la reina de los Manes; la dueña de todos los elementos, a la que responden los astros, vuelven los tiempos y obedece] los elementos, ante cuyo gesto se proyectan los rayos, germinan las semillas, crecen los gérmenes; madre primordial de los frutos; hermana de Febo; reluciente y brillante; transportadora de la luz de un planeta a otro envolviendo en su luz a todas las divinidades, concentrando los destello de las estrellas, distribuyendo las luces inciertas en los encuentros del sol reina de gran belleza; ama de las lluvias y las aguas; dadora de riquezas nodriza de los hombres; gobernanta de todos los estados; buena y misericordiosa; protectora de los hombres por mar y tierra; moderadora de los reveses de la fortuna; dispensadora con el destino; alimentadora de todo lo que surge de la tierra; quien corre por los bosques y detiene las fuerzas de las larvas; quien da forma a las cuevas de la tierra, a las cimas luminosas del cielo, a las olas salobres del mar, regulando en su movimiento los tristes silencios de los infiernos, cubriendo el mundo, hollando el infierno con sus pies.
Su majestad hace temblar a los pájaros del cielo, a las bestias salvajes de las montañas, a, las serpientes ocultas debajo de la tierra y a los monstruos que nadan en el mar.
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