Si la Luna se encuentra en CASA VII y hay planetas retrógrados en la VII, indica un karma relacional y a los 27 años ocurre el retorno de la persona con la cual se generó la retrogradación o el karma.
Los elementos de la luna indican facetas importantes dentro de una vida a nivel kármico:
La Luna en fuego: habla de la necesidad de ser libres, independientes. Asumir protagonismo en la vida, en las circunstancias y de las personas que nos rodean. Es protagonista y va hacia delante. Necesita hacer lo que siente que debe hacer. Se va a confrontar, por supuesto, a muchas demandas de otras personas con las que generalmente no va a estar de acuerdo y es donde se da el conflicto. Es una Luna orgullosa en donde la vida pone o no en relieve a la persona, su identidad y su personalidad.
Una Luna asociada a las retrogradaciones en fuego nos va a mostrar que ha tenido que luchar y pelear mucho por ser quien quiere ser, confrontándose continuamente.
La Luna en tierra: Conecta con la parte material de la vida, la seguridad económica, la estabilidad, la estructura, las construcciones. Los frutos del fuego son el reconocimiento. Los frutos de la tierra son los bienes materiales. Por lo tanto la Luna asociada a la tierra con planetas retrógrados nos muestra la dinámica financiera de la vida y la problemática financiera familiar.
La Luna en fuego muestra la personalidad de la persona frente a la educación, la familia y la demanda familiar y social. La Luna en tierra va a mostrar la lucha o la dinámica con los bienes materiales.
Ya sea riqueza o carencia y pobreza, ya sea la repartición de bienes o la capacidad de estabilizar, multiplicar o reducir los bienes heredados.
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