Los Planetas transpersonales representan la llave de la trascendencia, son los últimos tres Templos Planetarios donde el alma adquiere los tres más altos niveles de conciencia que encierra nuestro sistema-escuela solar: Urano, el Hierofante revelador de los Misterios Mayores representa el mundo de la astrología, Neptuno es el esoterismo y permite la comprensión espiritual y percepción de los mundos invisibles, mientras que a Plutón se le asocia con el mundo de la magia-teurgia, siendo el planeta que otorga los poderes para actuar en los mundos sutiles. La alquimia, la magia ritual, la magia sexual son manifestaciones en nuestro mundo de su energía, que sin la debida comprensión de los Templos de Urano y Neptuno, fácilmente se podría desviar hacia la magia negra.
La alquimia es un nombre que proviene de las raíces árabes Al, Dios y Chimia, química, es decir: la química de Dios. Es la ciencia de las transmutaciones, un proceso complejo de aprendizaje que puede entenderse en pasos o etapas que llevan a un despertar gradual de la conciencia y evolución espiritual. La Iniciación Hermética.
Con los tránsitos de Urano, Neptuno y Plutón el hombre se transforma, por dentro y por fuera. Si no está conciente del proceso alquímico no favorece al cambio sino que se resiste a él, haciendo más difícil la vivencia y perdiendo la oportunidad de evolucionar, de llegar a encontrar su verdadera esencia.
Se dice que la alquimia nació de la mano de la Diosa Isis, que robó el secreto de la alquimia a un ángel supremo, con la condición de que sólo se lo podría revelar a su amigo el más querido y a su hijo Horus.
Isis y Osiris simbolizan la integración de los opuestos, el Sol y la Luna o la CONIUNCTIO alquímica y Horus, el Hijo Divino, el Lapis Philosoforum.
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