Cada individuo ve las tensiones causadas por experiencias pasadas como una amenaza a las relaciones presentes. La influencia maternal existente en ambos se expresa de formas diferentes, lo que puede dar lugar a la aparición de conflictos. La atracción sexual puede ser alta, pero las diferencias de opinión en relación con cuestiones de familia, hogar, hijos y sentimientos pueden llegar a enfriar la relación.
La Luna del hombre en cuadratura con Mercurio de la mujer.
El hombre representa inconscientemente las dificultades de su niñez. En esta ocasión, sin embargo, puede adoptar el papel de la madre, mientras que su compañera actúa tal y como él mismo actuó en sus años de escuela elemental. Ella, a su vez, puede verle como similar a su propia madre, con la que pude no haber estado de acuerdo. La dificultad causada por esta cuadratura dependerá de la fricción experimentada por cada individuo durante los años de su niñez. La mujer debe cortar intelectualmente el cordón umbilical con su propia madre, mientras que el hombre (en el papel de su propia madre) lucha simbólicamente por preservar su nido.
La Luna de la mujer en cuadratura con Mercurio del hombre.
Este aspecto provoca tensión entre el instinto maternal natural de la mujer y la habilidad del hombre para relacionarse con ella. Puede haber bloqueos en la comunicación que dificulten la fluidez de la relación. La mujer no siente la «fuerza» masculina que ella anda buscando y puede volverse hacia su propio interior o interrumpir la relación si experimenta inconscientemente alguna amenaza para su feminidad.
La Luna del hombre en cuadratura con Venus de la mujer.
Este aspecto indica tensión. La mujer puede verse forzada a confrontar una rivalidad inconsciente con su madre, mientras que el hombre puede considerarla como una fuente de tensión entre él mismo y su propia madre. Como se trata de una relación dominada por la mujer, el hombre se siente a menudo defraudado en sus intentos por representar con éxito la masculinidad que desea representar. Como resultado de ello, este aspecto produce luchas internas en ambos miembros de la pareja, lo que causa dificultades cuando ambos intentan relacionarse honestamente.
La Luna de la mujer en cuadratura con Venus del hombre.
Aquí, la mujer trata de jugar el papel de su madre, aunque ve el instinto maternal maduro luchando contra el niño. Debido a que nunca pudo resolver su relación infantil con su madre, tiende a transferir este papel a su compañero. A medida que él se esfuerza por alcanzar su propio sentido del valor, vuelve a experimentar conflicto con su propia madre y con los sentimientos internos de resentimiento que pudo haber tenido.
Como quiera que ambos individuos aporten sentimientos procedentes del pasado, se tienen que resolver tales sentimientos si es que pretenden que la relación entre ambos dure.
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