Este aspecto indica comprensión intuitiva instantánea. Ambos individuos conocen sus respectivos estados de ánimo, sus cambios y necesidades emocionales. Como consecuencia de ello se desarrolla un fuerte sentido de compatibilidad emocional y de percepción interna, a través de un flujo creativo y emocional que estimula la relación.
La Luna del hombre en conjunción con Mercurio de la mujer
Se trata de un aspecto interesante porque las emociones de ambos miembros de la pareja se comprenden racionalmente y se comunican con facilidad. El hombre puede sentir cierta frustración cuando las respuestas de sus sentimientos encuentran la mente fría y analítica de su compañera, pues puede esperar o desear calor y emoción. Finalmente, aprenderá que la actitud de ella ayuda a equilibrar las reacciones excesivas a las que está acostumbrado desde la niñez. Al mismo tiempo, la mujer aprende a ser más femenina al tratar de emular al hombre. Los papeles contrarios inconscientes de hombre y mujer se corrigen en último término porque cada uno de ellos aprenderá cosas de sí mismo a partir del otro.
La Luna de la mujer en conjunción con Mercurio del hombre
Se trata de un aspecto excelente para la compatibilidad. Los aspectos del sentimiento y del pensamiento se encuentran y equilibran. La mujer puede sentirse particularmente atraída por su compañero, pues puede percibir sus pensamientos. Eso puede producirle al hombre una sensación de sobre-protección «maternal», pero, en su conjunto, tiende a disfrutar de la receptividad de ella a su mente analítica.
La Luna del hombre en conjunción con Venus de la mujer
Este aspecto causa una relación de «orientación femenina». Son áreas importantes los intereses artísticos, el gusto musical y el desarrollo del talento personal. No obstante, la mujer debe ser responsable si pretende que la relación funcione. Aunque su compañero es sensible, no puede descansar en él más de lo que puede hacerlo en su propia experiencia emocional interna.
La Luna de la mujer en conjunción con Venus del hombre
Las emociones y los sentimientos se unen para formar una sensibilidad especial entre los dos miembros de la pareja. El hombre muestra la parte más suave de sí mismo y, al hacerlo, permite a la mujer expresar sus sentimientos más vulnerables. En esta relación se pueden llegar a superar muchos recuerdos infantiles, especialmente los correspondientes a los años de la pubertad.
La riqueza y la acumulación de propiedades y posesiones pueden ser el resultado de la armonía instintiva y del compartir que se producen en esta asociación.
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