El Sol es el astro central de nuestro sistema solar, y alrededor de él giran los planetas. Tiene un diámetro de más de cien veces el de la Tierra. En la astrología occidental el Sol fue clasificado casi siempre como benéfico, o por lo menos, neutral. Pero en muchos sistemas orientales de la antigüedad el Sol aparece como maléfico, lo que es fácil de comprender si tenemos en cuenta que la astrología se desarrolló sobre todo en países cálidos donde el Sol es una fuerza temible y destructora de la que se había que proteger. En la astrología india el Sol encabeza los planetas malignos y la Luna los benéficos.
La interpretación astrológica del Sol
En interpretación astrológica el Sol representa la individualidad como diferente de la personalidad, el tipo de persona que es uno en el fondo. Es el “centro” del individuo, y en cierta medida, aquello a lo que aspira; y por eso tiene que ver con la vocación vital y la realización del destino, entendiendo por destino aquello que queremos hacer para sentirnos “realizados”.
El simbolismo del Sol
Las cualidades simbolizadas por el Sol no son tan evidentes ni tan aparentes como las simbolizadas por la Luna. El sol representa la vitalidad, la identidad más profunda, la creatividad, y habla de la constitución física y psíquica del individuo.
En una figura natal, el Sol representa también las figuras masculinas de la vida. En mapas femeninos, el Sol representa tradicionalmente a los hombres de su vida y las uniones con ellos.
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