La ambición en la política y el deseo de sobresalir en ella deben cambiarse por una correcta orientación y un buen servicio social. Actuando así, la sombra se convierte en luz, el mal se transforma en bien y la evolución espiritual del nativo de Capricornio avanza rápidamente. El estudiante sincero, serio e investigador de la Astrología, debe aprender que no hay ni Casas Mundanas, ni Signos ni Planetas malos.
La misión del Alma es recorrer y recoger todas las experiencias que brindan los astros para evolucionar. El hombre vulgar, materialista, hace de este recorrido una vía crucis, y el espiritualista una senda de luz.
La polaridad no debe desconcertar al estudiante; el contraste entre la luz y la sombra, la lucha entre el bien y el mal, la pugna entre la virtud y el vicio, debe saber interpretarlos debidamente y encontrar el CENTRO que los enlaza v los hace armónicos.
Los extremos se tocan, las polaridades se invierten, la noche se convierte en día y el día en noche, la calma sucede a la tempestad y el odio se convierte en amor.
Lo importante, el mérito, consiste en que el hombre sepa luchar inteligentemente contra las oleadas del Mal, que se dé cuenta dónde se esconde y cómo actúa, que venza la tentación, el hechizo que continuamente se manifiesta en la mente, en el corazón y en el sexo. Vencer es triunfar y triunfar es alcanzar cimas de luz.
CAPRICORNIO, el décimo Signo del Zodiaco, tiene relación con todo esto:
Pertenece al Elemento Tierra y a la Trinidad de la Riqueza. Su calidad es movible. Y corresponde al tercer grado de Emanación. El plomo es su metal. Su Planeta es Saturno. Es Signo Angular. Su Casa es la Décima, pública, la de la fama, el prestigio y la gloria. Los Decanatos que le corresponden son: CISNE, que significa organización. DELFÍN, que señala martirio. PEZ, que da idealismo.
Por el lado de la sombra, negativo, Capricornio da vida mecánica porque le falta el aliento espiritual. La astucia, el egoísmo, el cálculo, el interés material, la avaricia, son los medios de que se vale para dominar. Porque Capricornio conoce a los hombres y los domina. Da mal genio, diplomacia y falsía. Emplea medios fraudulentos para escalar los puestos clave, procediendo con cautela, pero concentrado en su propósito.
El pesimismo, la melancolía, la amargura, el aislamiento, la desconfianza, el recelo y el desprecio que siente por las gentes, son los nubarrones que oscurecen su cielo.
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