Son la fuente primaria, bajo el Logos Solar, de los siete Principios del hombre, que actúan a través de los doce Ordenes Creativos menores representados por los signos espirituales (distintos de los físicos) del Zodíaco, y colectivamente representan el Mundo septenario. Son los verdaderos Creadores del universo septenario y operan de acuerdo con el diseño bosquejado por la sabiduría del Logos Solar trino y uno, cuyos siete rayos creativos, poderes o centros son ellos
Realmente, y a uno u otro de los siete pertenece espiritualmente toda alma de la Tierra.
Existiendo ellos mismos en elevadas regiones espirituales, vigilan la formación y evolución de cada globo visible e invisible dentro del Sistema Solar. Dentro de cada uno de sus siete dominios hay multitudes de Inteligencias menores que obedecen a su voluntad, elaborando planos, globos y los diversos reinos de la Naturaleza, suministrando la inteligencia que subyace a las llamadas Leyes de la Naturaleza y guiando las corrientes de influencia que pasan de cada planeta a todos los demás.
Se han dado varios nombres a estas huestes subordinadas que trabajan en la administración de las Leyes de la Naturaleza, se les ha denominado dioses, ángeles o elementales o espíritus de la Naturaleza, según su estadio de evolución y el plano o estado en que están operando.
En otros tiempos en que los dioses andaban con los hombres, eran conocidos y su función en la Naturaleza era cabalmente comprendida.
Ahora ya no se les reconoce y han sido olvidados por la mayoría, salvo por los pocos que saben el papel que desempeñan en las obras de la Naturaleza.
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