Vitalmente, al signo de Cáncer se le considera como el más débil de todos los signos zodiacales. Suelen ser sujetos de una naturaleza tímida y retraída, que necesitan de la amistad, del cariño y de la simpatía de sus semejantes -a los que eligen con una gran dosis de sensibilidad-. El problema, radica en que cuando han simpatizado con alguien, suelen mostrarse muy exigentes -y además, les gusta mandar-.
Son personas en quienes se puede confiar, por su gran discreción en las cosas que hacen y por su prudencia.
A Cáncer se le asocia con la necesidad de protección y de alimento -el símbolo del signo, recuerda a unos senos de mujer: el deseo de protección y de alimento; las pinzas del cangrejo, simbolizan una naturaleza introvertida con un caparazón difícil de penetrar-.
El nativo típico de Cáncer es muy sensible y vulnerable interiormente, pese a dar la sensación de poseer una coraza impenetrable. Cáncer es el signo que necesita más seguridad de todos. Suele ser muy sentimental y emotivo y muy reservado: tiene una necesidad imperiosa de autoprotección. A nivel mental, tiene una gran capacidad de intuición, de astucia y de receptividad, con una buena dosis de memoria. Se impresiona profundamente por las influencias psíquicas y se deja llevar por las emociones.
Suelen ser personas muy delicadas y vulnerables a los estímulos de la sensualidad -por naturaleza, les atrae el arte-. Románticos, sentimentales, dependientes y muy tiernos.
La mujer típica de Cáncer -cuyo signo gobierna la Luna-, es la que más ansias tiene de ser madre y de dar protección -como el nativo masculino de este signo-, a sus semejantes; aunque su principal defecto sea la posesión y los celos. A nivel psicológico, es en este signo tan sensible e influenciable en donde -estadísticamente hablando-, se dan más casos de complejo de inferioridad debido a sus extremados problemas emocionales.
El nativo de Cáncer, siempre está pensando y refugiándose en el pasado; siente mucha nostalgia en los viajes lejanos por mar. Sin embargo, adora la comodidad y las costumbres hogareñas. A pesar de sus complejos emotivos y de su timidez, es uno de los signos con más tenacidad y -al igual que el agua-, va erosionando poco a poco las piedras más duras hasta desgastarlas y terminar por vencerlas.
La Luna es el planeta regente de este signo : ello les da tendencias contradictorias que explican las vocaciones muy diversas de este signo; aunque su factor de ensueño y de contemplación suele dar poetas, artistas e incluso marineros; pero, sobre todo, da grandes enfermeras. Las cualidades principales de este signo tan cambiante como la Luna, son la interiorización, el sentimiento y la vida en familia; pero sobretodo, el más importante es la memoria y la receptividad.
Negativamente, los nativos suelen ser cambiantes y caprichosos, con una imaginación enfermiza y una exagerada sensibilidad y susceptibilidad.
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