Tauro es el segundo elemento de los signos de Tierra y el segundo de los signos Fijos. Representa la fase de interiorización del Elemento Material. Si en la primera fase de tierra -Capricornio-, hay una construcción, Tauro es el que goza de lo que se ha construido.
Tauro, representa la etapa de los goces; pero quizás estos goces tarden en llegarle, ya que el ciclo de Tierra constituye el final de una etapa. El nativo de Tauro dispondrá de una casa lujosa y de soberbios jardines y en todos los frentes de su vida, habrá abundancia. Suele ser el banquero, el tesorero, el gran opulento que contempla desde su morada el gran espectáculo del mundo. Dispone de grandes medios y puede llevar a cabo la prerrogativa divina de crear el mundo como él quiera. Si es un nativo que está desarrollado espiritualmente, promoverá el arte, la moral, las virtudes. En definitiva: será un mecenas para todo lo bello y noble. Sin embargo, una nativo convencional de Tauro, organizará cócteles mundanos.
Cuando hay malos aspectos planetarios sobre el signo, los nativos tendrán una mala asimilación de los alimentos y de los recursos materiales -por lo que su salud se verá afectada-. Socialmente, estos malos aspectos producirán una incapacidad para apreciar la felicidad de la materia de la cual se goza, con lo que se puede llegar a producir una insensibilidad hacia el placer -e incluso, originar una impotencia o frigidez-. Cuando en Tauro hay muchos planetas, el nativo se verá apegado al mundo material y no le será posible el poder apreciar otro tipo de valores. Será la persona que solamente se divertirá y gozará, sin poder ver nada más.
En Capricornio, el ser humano es un constructor. Cuando atraviesa la etapa de Tauro, tendrá el fruto de su trabajo y la abundancia florecerá a su alrededor. Los grandes magnates y las personas más ricas del mundo son tauros que se rodean de belleza y de arte -y de dinero-. Si el nativo es un Tauro que no ha perdido el contacto con la espiritualidad, dará su riqueza para la ayuda en financiar construcciones espirituales.
Si ello no es así, será el auténtico egoísta que nunca soltará una peseta ni hará un favor a nadie.
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