Aries, es el primer signo Cardinal del Zodiaco y el primero de la trilogía de Fuego. Con ello, se quiere indicar que es signo de Penetración de Fuerzas. Es la abertura, la puerta de comunicación de las Fuerzas Cósmicas con el hombre y, por ella, es donde el Designio Divino entra en él.
Podemos decir que en Aries, el ser humano recibe el Programa de Vida del Creador a través de su Ego. Dicho programa, lo irá realizando -después-, con la ayuda de los demás signos. La persona ariana no es consciente de todo ello; pero en su interior sabe que ha venido al mundo para realizar algo nuevo, para aportar nueva sabia al Árbol de la Vida. Es por este motivo que se lanza de cabeza al río de la acción. No ambiciona nada: sólo la gloria de ser el primero; de ser el héroe.
Al no ser un sujeto que se encuentra en la fase de estabilidad, no puede permanecer en puestos de trabajo como los de la administración de una empresa -rutinariamente y toda la vida-. Sin embargo, todo tipo de empresa necesita de ellos, porque aportan un gran entusiasmo y una gran voluntad de triunfo. A pesar de todo, cuando la empresa ya se ha consolidado, el ariano ha de emprender nuevas misiones e irse a otros frentes.
El Creador utiliza a los Aries -como instrumento- para romper moldes y hacer que la Creación vaya hacia adelante. De esta forma, les brinda como una cierta “protección divina”. Cuando en el signo de Aries hay varios planetas, el designio divino se encuentra multiplicado. La persona, oirá como voces internas que le impulsan a hacer cosas; de este modo, al ir de aquí para allá, es casi imposible que lleve una vida organizada. Siempre se verá movilizado en pos de un porvenir que jamás se realiza.
Las obstrucciones de planetas sobre Aries, impedirán al nativo que reciba claramente el mensaje que procede del signo. En el transcurso de su vida, es muy posible que se salga de su órbita y que actuará fuera de su campo natural.
En astrología clásica, los arianos son los sujetos que lo emprenden todo; que tienen un entusiasmo y una energía extraordinaria para iniciar cosas y que siempre acaban por cambiar e ir de un lugar a otro cuando ya han finalizado algo. Como hemos dicho antes, ello se debe a los Aries son los sujetos que están en relación más directa con Dios.
Realmente, nos tendríamos que fijar inteligentemente en los nativos de Aries, porque en ellos se refleja la verdadera esencia de la vida: que es un continuo construir, una acción continua para crear cosas nuevas.
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